Sus tres puentes no se limitan a soportar el tren de engranajes, el barrilete y el tourbillon, sino que también funcionan como platina principal, un diseño que consigue que parezcan flotar en el aire, aparentemente inmunes a la gravedad. Esta peculiar construcción ha hecho necesario que la Casa fije los índices en el realce, a su vez unido a la caja. El tourbillon se ubica en la base de la esfera. Su jaula presenta forma de lira, un diseño histórico que data del siglo XIX, si bien en esta ocasión está fabricada en titanio de grado 5, un material ultramoderno. En ella, una aguja azul gira 360° cada minuto, actuando así como segundero pequeño. La jaula del tourbillon solo pesa 0,25 gramos, a pesar de estar compuesta por 79 piezas. Una masa, notablemente baja, que reduce el consumo energético y que contribuye a la impresionante reserva de marcha del movimiento, de 60 horas como mínimo.