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La historia del ónice

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La historia del ónice

Infinity. Entre en el mundo de las infinitas posibilidades de nuestros clásicos eternos. Disfrute de las siete nuevas reinterpretaciones en excepcional ónice negro de algunos de nuestros relojes más icónicos, unos modelos que trascienden la modernidad.

Las claves de esta nueva serie —una pasión inagotable, un compromiso irrenunciable y la mejor artesanía— son reflejo de nuestro savoir-faire y de nuestra experiencia en el uso de materiales contemporáneos para embellecer relojes pertenecientes, entre otras, a las colecciones Bridges, Laureato, 1966 y Vintage 1945.

Todos los detalles de los modelos Infinity Edition se han dispuesto con exquisita precisión. Un verdadero homenaje a una tradición suiza de 230 años de excelencia en alta relojería.
Clémence Dubois, Director de marketing y productos

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UN PRECIOSO Y ELEGANTE GIRO EN ALGUNOS MODELOS ATEMPORALES

Las Infinity Editions de 2020 de Girard-Perregaux, con su reinterpretación de los códigos tradicionales de algunas de sus colecciones atemporales, presentan un precioso material trabajado a mano, el ónice.

El proceso de fabricación de las esferas de ónice —un proceso que, de principio a fin, necesita de al menos 15 operaciones diferentes— hace necesarios nuevos conocimientos y una habilidad excepcional.

La elección del oro rosa, por su parte, consigue un contraste muy refinado contra el color negro intenso del ónice de la esfera. Dos materiales nobles que, unidos, confieren a nuestros relojes una rotunda estética, plena de elegancia.

CONTROL DE ENTRADA

Las placas de ónice, tras un período de 8 semanas sumergidas en una solución química de color negro, deben someterse durante más de una semana a un proceso de secado al vacío. En esta etapa, las placas del material son de unos 4 mm de ancho.

A continuación, las placas se comprueban minuciosamente vertiendo agua sobre ellas y se seleccionan una a una para cumplir los exigentes criterios de calidad de Girard-Perregaux.

Desde el principio al fin del proceso, es necesaria una gran destreza para manipular y dar forma a las esferas de ónice.

 

EL TALLER DE CORTE

Una vez delimitado el perímetro de las placas de ónice, se cortan y se redondean a mano en el disco de pulido. En este momento del proceso, el artesano no lleva guantes para sentir mejor el material con el que trabaja.

 

EL TALLER DE PULIDO

A continuación, los discos de ónice se envían al taller mecánico para su corte y mecanización. Es ahora cuando su grosor queda reducido de 4 mm a 0,4 mm —el mismo grosor que el filo de un cuchillo—, por lo que su manipulación debe ser extremadamente cuidadosa. Tras esta etapa, las esferas se limpian a mano y se vuelven a comprobar antes del pulido final, que consigue un aspecto con «efecto espejo».

 

EL TALLER DE ESTAMPADO

Una vez pulidas, las esferas llegan al taller de estampado en el que se fijan los elementos de identidad propios de GP y se aplican otros adornos. El logotipo de GP y los índices son de oro rosa para conseguir un elegante contraste con la estética general de las esferas.