El origen del color azul ultramarino («ultramarine blue») puede rastrearse hasta el cuarto milenio antes de Cristo, con la aparición del lapislázuli. Su nombre deriva del latín «ultramarinus», que significa «más allá del mar», en referencia al origen de su procedencia. El color azul ultramarino, también llamado «ultramarino verdadero», se convirtió más adelante en característica definitoria de numerosos cuadros renacentistas; no obstante, puesto que el pigmento era increíblemente caro, los artistas lo usaban con moderación. Tal como sugiere su nombre, la esfera del nuevo Laureato Pink Gold Ultramarine Blue está elaborada en este tono tan codiciado.