Los maestros relojeros de La Chaux-de-Fonds han reinterpretado el calibre de fabricación interna GP01800, más que probado en otros modelos, añadiéndole una dosis considerable de la tecnología más vanguardista. Está equipado con un volante de inercia variable. La mayoría de los relojes incorporan un regulador de índices que altera la longitud efectiva de la espiral y que, por tanto, puede hacer que el reloj vaya más deprisa o más lento. Un volante de inercia variable, en cambio, presenta una espiral de longitud fija, cuya frecuencia se ve alterada mediante el ajuste de varios pesos de inercia adosados a los radios de la rueda del volante. De este modo, se consigue una mayor estabilidad además de una mayor resistencia a los golpes. Girard-Perregaux ha utilizado silicio para fabricar el escape y algunas piezas del volante, un material que, aunque utilizado por otras empresas, continúa siendo poco frecuente a pesar de sus múltiples ventajas. No sufre corrosión, no se ve afectado por los cambios de temperatura, es ligero y poco sensible a los campos magnéticos, atributos todos ellos que aportan múltiples ventajas. Por ejemplo, a diferencia de las piezas fabricadas con materiales convencionales, los componentes de silicio no se ven afectados por la temperatura, por lo que ofrecen un cronometraje preciso en todos los ambientes. Asimismo, su bajo coeficiente de fricción reduce tanto el desgaste como el consumo energético.